cebada

Semilla certificada: un seguro en la producción de cereal de invierno

Optar por un tipo u otro de semilla de cereal de invierno puede condicionar la campaña. Se trata de una simple decisión, pero de ella depende la producción, homogeneidad del grano o el control de malas hierbas. La fórmula para conseguirlo es sencilla: apostar por la semilla certificada. Es decir, defender un producto que te garantice una calidad. “Es así como sabes que solo siembras la semilla de cebada o trigo elegida, no otras cosas que desconoces y que reducen tu rentabilidad”. Así de claro y contundente explica el técnico de Cooperativa Nuestra Señora de los Pueyos en Alcañiz (Teruel), Francisco Pozo, la importancia de apostar por una semilla certificada. Su cooperativa, junto a otras dos en Aragón (Cooperativa San José de Sádaba y Cooperativa Agrícola de Barbastro), desarrolla uno de los ensayos que se enmarca en el trabajo que se lleva en colaboración con Cooperativas Agro-alimentarias y Grano Sostenible. ¿Cuál es el objetivo? La respuesta para Francisco Pozo es fácil: “comprobar, de cara a producción y poder germinativo, las diferencias existentes entre una semilla acondicionada y otra certificada”. GRANO SOSTENIBLE: UNA APUESTA POR LA CALIDAD VARIETAL Grano Sostenible es una iniciativa a nivel nacional que nace con la intención de mejorar los cultivos y la rentabilidad de las explotaciones agrarias. Un proyecto impulsado por ANOVE, Cooperativas Agro-alimentarias de España, UPA y ASAJA. Desde hace más de cinco años, desarrollan distintos ensayos donde se analiza la adaptación de las semillas al territorio y se compara con otras no certificadas. Para ello, en una parcela se siembran varias repeticiones de R1, R2 y R3 o acondicionada de una misma variedad. ¿Qué es una R1, R2 y R3? Una R1 es una semilla certificada, una R2 es la primera siembra de una variedad certificada y una R3 o acondicionada “es la semilla que el agricultor recoge y nos la trae para limpiarla y procesarla, y volverla a sembrar”, explica la técnico de Cooperativa San José de Sádaba (Zaragoza), Irene Moreno. “Conforme vas bajando de escalón pierdes pureza varietal y ya con una acondicionada es donde más diferencias existen”, resalta Moreno.  Protocolo de trabajo Sembrado el ensayo de Grano Sostenible, los técnicos siguen un protocolo para evaluar el estado del cultivo en cada periodo. “Hacemos controles de nascencia, de plantas por metro cuadrado, de sanidad, de desarrollo del cultivo, de ahijamiento, el número de espigas por metro cuadrado y luego comparamos cada categoría”, matiza Irene Moreno. Un seguimiento que se repite en cada una de las plataformas que Grano Sostenible tiene en Aragón y también en el resto de España, y que ofrece datos muy concretos de cada variedad. “A falta de cosechar, ya vemos que hay diferencias entre la R1 y la acondicionada. La R1 tiene un porcentaje mayor de germinación”, concluye Moreno. El desarrollo de estas plataformas de ensayo ha permitido transmitir al agricultor los beneficios del uso de semilla certificada. Actualmente, el 30% del grano que se siembra en España cuenta con este certificado de calidad. “Yo siempre digo que la nascencia es el 80% de la cosecha final, si tenemos una nascencia correcta porque tenemos una buena semilla y tenemos una buena implantación al final es probable que tengamos una buena producción”, resalta a pie de campo el técnico de Cooperativa Agrícola de Barbastro SCLAB (Huesca), Javier Mur, quien añade que hoy en día y cada vez más “los agricultores lo tienen claro y apuestan por semilla certificada”. COSECHA CEREAL DE INVIERNO Según las previsiones de cosecha de Cooperativas Agro-alimentarias de España, en esta campaña se espera una producción de cereal de invierno superior a los 22 millones de toneladas (22,53 Mt) en 5,6 millones de hectáreas. Buenos resultados que se consiguen, además de por el clima, por el buen manejo de los cultivos y el adecuado uso de semilla certificada. El rendimiento medio de cereales en España es de 4 toneladas por hectárea. Una cifra un 20% superior a la media de los últimos cinco años y un 6% por encima de la media sin contar con 2023 que fue de mala cosecha. Las previsiones para Aragón también son significativas. En esta campaña se prevé una cosecha de 3.555.153 toneladas de cereal (contando con el cultivo de maíz).  Es decir, un 1.471.112 t más que en 2023 teniendo en cuenta que la sequía marcó las producciones del año pasado. Estimación de producción de cereales por comunidades autónomas Por cultivos, lo agricultores aragoneses cosecharán un total de 644.778 toneladas de trigo blando, 179.323 de trigo duro, la producción de cebada ascendería a 1.592.663 y el maíz a 1.002.408 tonelada.

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La mejora vegetal evita una mayor caída de la producción de cereal de invierno

Este año se han cosechado en Aragón 2,02 millones de toneladas. Un 28,23% menos que el año pasado. Sin embargo, la apuesta por semilla certificada, los ensayos con variedades adaptadas al estrés hídrico, enfermedades o plagas han evitado un mayor descenso de la producción. Red Arax cuenta con más de 8.000 parcelas de ensayo distribuidas por todo el territorio donde se analiza la adaptación del cereal de invierno a cada zona climática y donde se buscan variedades más resilientes y productivas. No obstante, las heladas tardías junto a las altas temperaturas de los meses de mayo y junio son las responsables de la bajada de producción y el descenso de los pesos específicos.   Zaragoza, 3 de octubre de 2022.- Los datos reflejan una realidad: este año la campaña de cereal de invierno ha sido complicada. Sin embargo, y a pesar del descenso de producción, los datos también demuestran que la mejora genética, el uso de semilla certifica y los ensayos de campo en busca de variedades más adaptadas han conseguido una evitar una mayor caída del rendimiento de los cultivos. Es una de las conclusiones que se extraen del Dosier de Cultivos de Invierno 2021 / 2022 que Red Arax ha presentado hoy en rueda de prensa. “Hay un colchón que es la mejora genética que hace que esa caída no haya sido peor”, ha indicado Miguel Gutiérrez, el jefe del Área de Cultivos Herbáceos del CTA- Centro de Transformación Agroalimentario del Gobierno de Aragón. “Y eso hace que, a pesar del descenso de producción, esa disminución sea positiva”, ha añadido Gutiérrez. Este año se han cosechado en Aragón 2.028.034 millones de toneladas de cereal. Un 28,23% menos respecto a la última campaña. “Ha sido un descenso de producción generalizado en toda España debido a las condiciones meteorológicas”, ha matizado Jesús Abadías, responsable de Innovación en Cooperativas Agroalimentarias de Aragón. “En primavera había buenas expectativas, pero las bajas temperaturas de abril unido a las tormentas y luego a las olas de calor, acabaron con ella”, ha añadido Abadías. Red Arax lleva cuatro años realizando, junto a 12 cooperativas, ensayos de campo donde se analizan la adaptación de variedades de cereal a las actuales condiciones climáticas, su resiliencia, productividad o resistencia a enfermedades. Unos resultados que hoy se han hecho públicos a través de este dosier y que la red muestra en campo a los socios de las cooperativas. “Los agricultores ven in situ el desarrollo de cada variedad y eso les permite tomar decisiones”, ha explicado Miguel Gutiérrez quien ha puesto el énfasis en la “transferencia directa” que hace Red Arax. DATOS POR PROVINCIA El descenso de productividad ha sido generalizado y ha afectado a las tres provincias aragonesas. En Huesca se ha reducido un 24,8% la cosecha de cereal de invierno situándose este año en 836.564 toneladas. Respecto a Teruel la producción ha disminuido un 30,19% respecto a 2021. “La climatología no ha acompañado al final de la campaña. El granizo, los tornados en el Bajo Aragón y las fuertes tormentas acabaron con cualquier expectativa”, ha indicado Miguel Gutiérrez. En la provincia de Zaragoza se han cosechado 741.584 toneladas de cereal. Es decir, un 30,58%. El año pasado los rendimientos se situaban en 3,14 toneladas por hectárea de mida y en esta campaña es de 2,43 t/ha.

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Cosecha de Cereal en Aragón y España: Claves de una Recuperación Excepcional en 2024

¿Por qué se dice que 2022 será un año de cebadas?

2022 será un año de cebadas. ¿Cuántas veces has escuchado esta afirmación? La cebada es un cereal muy extendido por todo el mundo y en Aragón se cosecharon 441.749 hectáreas en la campaña anterior (2021). Según datos de Cooperativas Agroalimentarias de España se estima que esta campaña la producción de cebada en la comunidad autónoma sea de 1.353.007 toneladas un 21% menos que en 2021. Entonces, ¿por qué se habla de que 2022 será un año de cebadas? La cebada se trata de un cereal más rústico y que se adapta bastante bien a las condiciones hídricas lo que supone que tenga una mayor resistencia frente a la falta de agua en comparación con otras variedades. Este año en Aragón no ha acompañado la climatología para los cultivos y es que el mes de abril fue muy frío y húmedo lo que provocó heladas. En cambio, mayo trajo prematuramente el calor y gran escasez de agua. Este cereal, a partir de los cinco grados ya puede iniciar su germinación, y después necesita entre 15 y 20 ºC para florecer y después madurar. También soporta bien los fríos invernales pudiendo aguantar incluso hasta diez grados bajo cero. Esta resistencia a las sequías y a los cambios drásticos en las temperaturas hace que, dentro de lo que cabe, la cosecha de cebada se prevea bastante mejor que la de otros cereales, pero aun así menor que otros años. “Podemos decir que estamos bastante contentos con lo que hay” comenta Jesús Martínez, presidente de la Cooperativa San Ginés de Lupiñén. En esta zona la cebada se ha desarrollado con apenas 152 litros y soportando temperaturas de -6 ºC. Los técnicos de la Cooperativa Virgen de la Oliva de Ejea de los Caballeros estaban sorprendidos del estado en el que se encontraba de los ensayos de cebada de regadío a principios de junio. “Dado que sembramos la cebada el 10 de enero, no esperábamos que estuviera ya prácticamente toda la cebada para cosechar, todo esto es debido a este mes de mayo tan caluroso” afirmaba José Luis Angoy, Técnico de Cooperativa Virgen de la Oliva. Las referencias de producción de cebadas de regadío también se han visto reducidas. La Cooperativa Los Monegros de Sariñena, que han ensayado con cebadas de regadío por aspersión han visto reducidas sus producciones en unas dos toneladas siendo que normalmente suelen conseguir producciones de hasta ocho toneladas. “Las temperaturas han hecho un efecto nefasto para los regadíos de alta producción” Miguel Gutiérrez, jefe de Cultivos Herbáceos del CTA – Gobierno de Aragón. La mejora vegetal aporta un gran valor a los agricultores aragoneses. De hecho, está claro que, pese a esta disminución de la producción, las variedades han demostrado tener más resiliencia, aspecto muy importante para los cultivos de la zona. ¿Y qué pasa con el trigo? En cambio, no sucede lo mismo para el trigo, cuyo ciclo al ser más tardío y sumado a los datos climatológicos que hemos comentado han provocado el asurado del grano haciendo que éste no se haya desarrollado adecuadamente provocando peores rendimientos tanto en trigo duro como en blando y unos pesos específicos bajos. Las producciones de todos los cereales serán más bajas que en campañas anteriores. “Está claro que el gran perjudicado este año es el trigo y la cebada será la que sustenta la producción del cereal” comenta Miguel Gutiérrez. Los peores rendimientos se están encontrando en trigos duros y trigos blandos con producciones y pesos específicos bastante bajos.   El arranque de la campaña estima un descenso general en la producción En Aragón ya se ha comenzado a cosechar las diferentes variedades de cereales y según los datos se espera que la bajada de la producción ronde entre el 20-30% en comparación con años anteriores, además, la cosecha no solo será menor, si no también muy irregular. Según datos de Cooperativas Agroalimentarias de España esta será la peor cosecha de cereales desde 1999, dónde la producción sólo llegó a las 17.300.000 toneladas. Según la FAO, en lo que respecta a la campaña 2022/23, las perspectivas iniciales para la producción de cereales en 2022 apuntan a un probable descenso, que representaría la primera disminución en cuatro años.  Se estima asimismo que la utilización de cereales aumente en un 1,1 % en 2021/22, debido al incremento, en orden de magnitud, de su consumo dietético (especialmente de trigo) y el uso para piensos. Está claro que la climatología al final de la campaña ha sido determinante para el rendimiento de los cultivos. En general, agricultores y meteorólogos coinciden en que las precipitaciones se han reducido en los últimos años, lo que afecta negativamente a muchas zonas agrícolas de Aragón. El Instituto Nacional de Meteorología (INM) no descarta el riesgo de sequía en Aragón durante este verano debido al calentamiento global y por ello están revisando sus pronósticos climatológicos.

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