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Alegría contenida. Así se han mostrado los responsables de Red Arax y Cooperativas Agroalimentarias de Aragón por el incremento del 45% de la producción del cereal de invierno en esta campaña. “Son datos significativos que aplaudimos, pero no hay que olvidar que tenemos zonas de secano muy afectadas por la sequía por segundo año consecutivo donde las producciones han sido muy bajas o nulas”, ha resaltado esta mañana en rueda de prensa el responsable de Innovación de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón y coordinador de Red Arax, Jesús Abadías. Estos datos forman parte de las conclusiones obtenidas en el Dosier de Cultivos de Invierno 2023 – 2024 que se ha presentado hoy en la sede de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón. Este año, aunque los cultivos se han tenido que enfrentar a una climatología desigual, la producción ha alcanzado en Aragón los 1,94 millones de toneladas. Sin embargo, en 2023 se cosecharon 1.339.914 toneladas. “Fue un año muy complicado debido a la sequía que afectó a prácticamente todo el territorio aragonés”, ha recordado Jesús Abadías. Además, cabe destacar el aumento del rendimiento del cereal pasando de las 1,70 toneladas por hectáreas de 2023 a las 2,57 t/ha de esta campaña. Un año más, Red Arax junto a las nueve cooperativas que forman parte de la red han analizado en sus campos de ensayo la adaptación y desarrollo de variedades de cebada, trigo duro y blando, avena, centeno y triticale. “Cada vez se siembra más superficie de semilla certificada”, ha destacado Abadías quien ha hecho hincapié que “son variedades adaptadas al estrés hídrico, a las enfermedades y plagas proporcionando mayor sanidad durante todo el ciclo, y al final eso se traduce en mejores rendimientos”. GRANDES DIFERENCIAS EN EL SECANO A pesar el incremento de producción del cereal de invierno, el secano sigue sufriendo por segundo año consecutivo la escasez de precipitaciones. “La afección ha sido muy desigual. En los secanos áridos y semiáridos a penas se ha cosechado y, sin embargo, en los secanos húmedos ha habido agua suficiente para terminar el ciclo con buenas producciones”, ha explicado el coordinador técnico de Red Arax, Luis Gazol. Las comarcas aragonesas que el Gobierno de Aragón calificó de sequía como afección máxima o grave en función de cada zona son el eje central del Valle del Ebro en Zaragoza: Valdejalón, Comarca Central, Ribera Baja, Comunidad de Calatayud, Campo de Cariñena y Campo de Daroca; la Comarca de Los Monegros en el sur del provincia de Huesca, y en Teruel las zonas afectadas fueron el Bajo Aragón, Bajo Martín, Cuencas Mineras, Andorra-Sierra de Arcos, Comunidad de Teruel, Maestrazgo, Gúdar-Javalambre y el Matarraña.  “En estas zonas la nascencia e implantación del cereal fue mala con un desarrollo vegetativo muy justo que ha hecho que los rendimientos sean bajos o muy bajos”, se ha lamentado Luis Gazol. “No obstante, en los secanos húmedos como es la Hoya de Huesca, La Jacetania y las Cinco Villas ha contado suficiente agua y unas temperaturas suaves entre mayo y junio que ha desembocado en buenas producciones”, ha añadido el coordinador técnico de Red Arax. A modo de ejemplo, el responsable de la red ha destacado los rendimientos medios que se han obtenido en los ensayos de trigo de primavera de algunas cooperativas. “En Lupiñén la producción media ha sido de 9.249 kilos por hectárea, en Almudévar de 8.018 y en Sariñena la media es de 8.918”, ha comparado Gazol para mostrar cómo los secanos húmedos entran en competencia con el regadío “si las condiciones climáticas acompañan”, ha añadido el coordinador técnico de Red Arax quien ha resaltado que no son datos estadísticos sino resultados obtenidos en campo por varias cooperativas. No obstante, los regadíos han sido sin duda los más beneficiados, ya que han tenido una buena campaña, sin restricciones de agua en los principales sistemas de riego de la margen izquierda y con una baja incidencia de plagas y enfermedades. AUMENTA LA PRODUCCIÓN EN LAS TRES PROVINCIAS ARAGONESAS 2023 fue un año marcado por la sequía. Una mala campaña que en 2024 se ha conseguido revertir con un aumento de producción de cereal de invierno en las tres provincias aragonesas.  Sin embargo, solo Huesca consigue tener mejores rendimientos respecto a la media de los últimos cinco años y “eso se debe al peso del regadío en esta zona sumado a los buenos resultados obtenidos en los secanos frescos”, ha apuntado Luis Gazol. Por su parte, la gran dependencia de la superficie de secano en Teruel ha mantenido una producción baja, al igual que ocurrió en 2023: ha aumentado un 2% respecto a la campaña anterior, pero disminuye un 68% respecto a la media de los últimos cinco años. No obstante, los rendimientos del cereal han aumentado pasando de los 0,82 t/ha en 2023 a 0,96 t/ha en esta campaña. Finalmente, la producción de cereal de invierno en la provincia de Zaragoza ha aumentado un 48% respecto a la campaña anterior y se han cosechado 637.333 toneladas.  Los secanos áridos y semiáridos del eje del Ebro y bajo Aragón han sufrido la falta de precipitaciones, en contraste, la zona de Cinco Villas ha tenido unas producciones elevadas. Zaragoza, 2 de octubre de 2024.

La campaña del cereal de invierno se cierra con los datos más negativos de los últimos años. La prolongada sequía y las altas temperaturas (llegando a los 35 grados en mayo) son las responsables de “una bajada de producción histórica a nivel nacional”, ha indicado en rueda prensa el responsable de Desarrollo Rural e Innovación de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, Jesús Abadías. “Es el descenso más acusado en los más de 30 años que Cooperativas realiza estos análisis estadísticos”, ha apuntado Abadías. En Aragón se trabajan 783.403 hectáreas de cereal de invierno y este año se han cosechado 1,34 millones de toneladas. Es decir, un 33,9% menos que en 2022. No obstante, en la última campaña se obtuvieron las producciones más bajas de los últimos años. La campaña del cereal de invierno comenzó con buena cantidad de precipitaciones en los meses finales de 2022, a las que siguió una adecuada bajada de temperaturas para provocar la parada hibernal, pero la prolongada sequía y altas temperaturas de primavera provocaron que el grano no se llegara a desarrollar de forma adecuada. “Esto provocó que algunos de los ensayos de Red Arax se tuvieran que anular debido a la imposibilidad de poderlos cosechar”, ha lamentado el jefe de Cultivos Herbáceos del CTA- Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, Miguel Gutiérrez.  A pesar de los datos obtenidos, la apuesta por variedades adaptadas al territorio, resistentes a la sequía, a plagas y enfermedades han permitido contener la caída. “Estamos seguros de que si no fuera por la mejora vegetal los datos sería todavía peores”, ha apuntado Jesús Abadías. El uso de semilla certificada ha incrementado este año alrededor de un 40%. TERUEL, LA PROVINCIA QUE MÁS HA SUFRIDO La climatología ha afectado por igual a todo el territorio aragonés. No es de extrañar que las fincas en secano hayan sido las más afectadas. En la provincia de Teruel se sembraron en esta campaña 178.697 hectáreas de cereal de invierno. Un 7,5% más que en 2022. Sin embargo, al estar, en su gran mayoría, en secano “han tenido un descenso de la producción que hace años que no ocurría”, ha señalado Miguel Gutiérrez. Los datos indican que se han cosechado 146.309 toneladas. Respecto a 2022 supone un descenso del 67,5%.  “Los rendimientos medios del cereal en los últimos cuatro años es de 3 toneladas por hectáreas. Sin embargo, en esta campaña se han quedado en 0,82”, ha lamentado Gutiérrez. Zaragoza ha seguido la misma línea y también ha registrado uno de los peores datos de producción de los últimos años. Aquí la cosecha de cereal de invierno se ha reducido un 58% respecto a 2022 y se han obtenido 430.305 toneladas con un rendimiento medio de 1,30 t/ha. En cambio, Huesca es la provincia que menos se ha visto afectada, pero eso tiene una explicación “y es el gran peso que tiene el regadío en este territorio”, ha señalado Miguel Gutiérrez. “El riego, a pesar de las restricciones, ha permitido sacar adelante los cultivos”, ha matizado el jefe de Cultivos Herbáceos del CTA. En esta provincia la producción ha descendido un 8,8% y se han cosechado 763.300 toneladas de cereal de invierno. El TRIGO BLANDO RESISTE LA CAÍDA Desciende la producción de trigo blando respecto a la última campaña, pero es el único cultivo “con una reducción menos evidente”, ha apuntado Gutiérrez. Uno de los motivos es el regadío existente en la provincia de Huesca, pero también ha ayudado a obtener una mejor cosecha las lluvias de finales de mayo y el mes de junio “y una temperatura más agradable que las olas de calor que sufrimos en la primavera de 2022”, ha matizado Gutiérrez. En los últimos cinco años ha aumentado la superficie dedicada al cultivo del trigo blando en Aragón. En esta campaña abarcaba 187.982 hectáreas y se ha obtenido una producción de 366.836 toneladas.